Mediados
de febrero. Interior casa. Día.
Parecía un día normal, uno de esos
viernes que por ponerte malo no vas a clase. Pero ponerte malo modo
estudiante de un ciclo superior de veintiún años, es decir, una
mediana mala noche por la que en un acto de madurez intelectual,
decides quedarte en casa para que la enfermedad no avance. De esas
veces que no te levantas tarde, sino que madrugas porque quieres
recordar viejos tiempos, y decides, claro está, tomarte un café
mientras ves “Espejo público” rememorando los tiempos en los que
eras pequeño y te ponías malo y pasabas toda la jornada lectiva
tirado en el sofá de la abuela, con tu nesquick bien calentito
viendo “Espejo público”. “Espejo público”, sinónimo de una
infancia asombrosamente feliz.
Suena el móvil, es Erika, preocupada
como siempre, con la voz agitada, como si se hubiera tirado horas
trotando por el campo como un divertido pony, como siempre. La verdad
es que está un poco más acelerada de lo normal, tiene que decirme
algo: Luis está cabreado. “Dime algo nuevo, por favor” le pido,
mientras ingiero un sorbito de café (cuando uno está malo, los
líquidos se absorben, sorbito a sorbito y a ser posible, con una
manta rodeándote el pecho) y ella prosigue: “Está cabreado porque
no has venido hoy y hoy era un día importante porque...”
Anagnórisis.
Zoom in.
Música Diegética (Ha habido un
asesinato, anuncia “Espejo Público”)
“Te ha nombrado director de
Encorto”
Por corte a
Mediados
de febrero/marzo. Secuencia elaborada. Varias localizaciones.
Día/noche.
Exámenes,
trabajos, reuniones, preproducción. Estrés. Supongo que es lo
normal, que alcanzando cierta edad, el abismo es una frontera cada
vez más difusa y las responsabilidades se van acumulando y supongo
también, que hacerse mayor significa ser capaz de abarcar todo sin
necesidad de despeñarse por ningún precipicio.
Encorto
es una practica intercíclica llevada a cabo por el instituto que
consiste en simular las condiciones normales de un rodaje
profesional, llevándolo a cabo en el terreno del cortometraje,
integrando a todas las familias (Sonido, Realización , Imagen y
Producción) En resumen, cinco equipos de unas veinte-veinticinco
personas que tienen la ardua tarea de realizar un cortometraje en un
tiempo estimado de dos meses (sumando preproducción, producción y
postproducción)
El
guión sobre el que trabajamos es “Una más en la lista” escrito
por Gemma Lucha, la ayudante de producción y también actriz.
Desde
que me nombraron director, hace menos de un mes hasta hoy, hemos
tenido reuniones, casting, y mucho estrés, hemos trabajado sobre el
guión, hemos hecho pruebas de iluminación, de cámara... para que
todo esté listo para el rodaje, que durará cinco días.
Pero
antes del rodaje, ha habido algo primordial que hemos tenido que
hacer, construir el set.
POR
CORTE A
Interior
set. Dia.
Para construir el set, hemos
invertido dos días de montaje de escenario. Todo esto, ha sido
desarrollado por la directora de arte, Erika Gómez, que ha
realizado, ayudada por los demás componentes del equipo, una
fabulosa labor de ambientación.
El primer día, lo dedicamos a
levantar el suelo de la zona que íbamos a utilizar para sustituir
las baldosas de mármol por unas de madera.
El segundo día, ya si que lo
dedicamos a levantar el set en sí. Empapelamos las paredes, pusimos
la cama, las estanterías... bueno, os dejo un video que os puede
explicar un poco todo.
Y supongo que despues de esto, tendréis ganas de ver cómo quedo:
Mañana empieza el rodaje, nos quedan
cinco días difíciles pero que disfrutaremos como unos enanos.
Porque quizá seamos el grupo más joven pero tal vez por ello, somos
los que más ganas tenemmos y por lo que he visto, de ganas, este
equipo no está falto. Desde Producción que nos saben cuidar y
mimar, como Imagen por su curro en la creación e iluminación e los
planos, los travellings... Sonido por su maravillosa disponibilidad,
su colaboración y por se, como diría un buen amigo mio, un buen
caldo de cultivo que genera el buen rollo y por supuesto, a mis
ángeles de Realización, tan hermosas ellas, tan especiales y que
tan bien me entienden, me aguantan y me comprenden, las que hacen que
mi caos sea menos caos.
Ahora ha llegado mi turno de cuurar.
Y debo estar por respeto al resto del equipo a la altura que han
estado ellos en esta fase.
Ha llegado la hora de la merienda.
Con amor y ganas
PABLO
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